- ¿A quién le contamos nuestros secretos?:
Se desconoce realmente la vida pasada de nuestros interlocutores y la utilidad que otros le pueden dar a la información que contamos, sin embargo, necesitamos consejos a diario, todos tenemos muertos en los armarios y conocimiento de cuestiones que desearíamos contar de algún confidente ladino.
La duda me asalta:
- ¿Como podríamos encontrar un buen confidente que no utilice la información facilitada en nuestra contra?
Me da la impresión de que a veces nos contamos cuestiones intrascententes que sólo sirven al otro para elaborarse un perfil de ti según el estado de ánimo que te asalta ese día
miércoles, 22 de octubre de 2008
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1 comentario:
Cuanta sapiencia, nena, cuanta, cuanta. Es cierto. Contamos cosas, intrascendente en ocasiones, que condicionan la primera impresión que de nosotros se hacen los otros. La friki, la guapa, la lista, la fresca, la tonta... etiquetas malas, porque malas son todas las etiquetas. Irresponsables nosotros al soltar nuestras perlas, al abrir un tanto nuestros armarios para que otros olfateen el dulce olor de la muerte que en ellos albergamos
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